La Cuarta Revolución Industrial, unida a la coyuntura generada por la pandemia de la Covid-19, exigen el desarrollo de modelos y procesos formativos creativos que- gracias, entre otros, al uso de las Tic´s- propongan soluciones dirigidas a lograr una profunda transformación en las personas, las organizaciones y la sociedad frente a esta nueva realidad.
Ante este panorama, los Centros de Educación Continua toman un rol protagonista como agentes de cambio y promotores de innovación. ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Para qué? Sobre estos y otros interrogantes hablamos, en dos partes, con Carlos Julio Escobar, vicerrector de Extensión y Proyección Social de la Fundación Universitaria María Cano en Colombia y Oscar Dalmau, director de Nuevos Proyectos del Campus Manresa UVic-UCC en España, quienes reflexionan sobre los retos (y oportunidades) que esto representa.
Aquí la primera parte de nuestra entrevista:
1. Y, de repente, nos llegó la Covid-19…
Ciertamente sí. La pandemia ha transformado la vida en el mundo, está condicionando las economías de prácticamente todos los países, y ni las universidades ni los Centros de Educación Continua quedan al margen.
La respuesta que se está promoviendo en tan poco tiempo de transformar lo presencial en virtual evidencia la agilidad y flexibilidad de las estructuras de Educación Continua, así como la oportunidad de desarrollar nuevos modelos formativos donde lo on line tenga mayor presencia y más valor.
2. ¿Lo on line ha venido para quedarse?
Sí. Sin duda. Creemos que será impensable el retorno a un modelo convencional y clásico como el que hasta ahora hemos tenido. Es cierto que había modelos mixtos pero lo on line siempre era un apoyo y soporte a la presencialidad.
El reto pasa (igual que en flipped classroom) por darle la vuelta al modelo formativo y que, en lo on line también podamos experimentar, probar, hacer, innovar, cambiar. No se trata solo de leer (contenidos), ver (vídeos), responder (cuestionarios), buscar (información), etc.
Además, muchos entornos laborales se están reinventando hacia modelos más híbridos, con mayor presencia del teletrabajo (esperemos con mayor conciliación personal–profesional), mayor autonomía de los equipos y de las personas, con nuevos sistemas, modelos y procesos de trabajo distintos- o por lo menos, actualizados- para dar respuesta a nuevos retos y desafíos. Para este cambio, se requerirá de la actualización competencial de las personas.
3. ¿Cómo podemos crear más valor desde lo on line?
Hoy en día estamos inmersos en un modelo derivado de la necesidad y de la urgencia. En ello estamos creando telepresencia, incorporando y vinculando a las clásicas plataformas de formación (LMS como Moodle) y otras herramientas de comunicación y colaboración on line como: Zoom, Teams, Skype, Mural, Miro o Jamboard.
Estas herramientas están promoviendo una comunicación más fluida, directa y rápida pero también promueven el desarrollo colaborativo y participativo de los grupos de trabajo. Así, se han podido replicar dinámicas activas de aula presencial a entornos de aula no presencial. Pero aún debemos avanzar en la realización de prácticas digitales, “aprender haciendo” pero en entornos on line.
4. ¿Reskilling?
Sí. Reskilling y Upskilling competencial. Estamos cambiando las maneras de hacer y de trabajar (igual que las de aprender y de enseñar). Ello requerirá que las personas desarrollen – integrados con valores- nuevos conocimientos y nuevas habilidades y técnicas, para dar respuesta a los nuevos desafíos, a nuevos proyectos, a las nuevas necesidades de esta nueva realidad.
Creemos que muchas personas y organizaciones han podido percatarse de la necesidad de repensar, reinventar o adaptar sus propuestas de valor para hacer frente a la realidad que viene, en la que especialmente la innovación, la digitalización, los nuevos modelos organizativos y ecosistemas sociales y empresariales, transformarán roles y funciones profesionales. Y por ello, el talento que será preciso también será distinto.
5. Y, ¿qué puede hacer la Educación Continua en este nuevo paradigma social y empresarial?
Creemos que la Educación Continua puede tener un papel extraordinario y estratégico de acompañamiento y facilitación a este proceso de cambio y transformación que se nos viene.
Sin duda, los Centros de Educación Continua son entidades con estructuras, modelos y equipos de trabajo preparados para hacer frente a las necesidades que se derivan de la situación actual, y pueden representar una pieza clave desde varias perspectivas:
- Apoyando el desarrollo de ese talento que comentábamos antes; ofreciendo respuestas a esas necesidades de actualización competencial (vía Reskilling o Upskilling competencial).
- Ayudando a las organizaciones sociales y de salud en la capacitación necesaria derivada de Covid-19, no solo hacia los profesionales de la salud sino hacia la población y la sociedad en general.
- Acompañando a las empresas y organizaciones en los procesos de reflexión estratégica, análisis, innovación, transformación y cambio, dado que de los mismos se derivará la necesidad de trabajo interinstitucional en alianzas de largo plazo.
- Acercando a las organizaciones, metodologías y sistemas de trabajo más ágiles para operativizar sistemas y procesos más flexibles y adaptables a las nuevas necesidades.
- Promoviendo un nuevo liderazgo, no solo desde la perspectiva reducida de los equipos directivos, sino especialmente hacia liderazgos más distribuidos dentro de las organizaciones y, especialmente, en entornos más cooperativos y colaborativos y en red, especialmente en ecosistemas empresariales.
6. “Apoyando, ayudando, acompañando”, ¿por qué nos explican a partir de verbos en gerundio?
Porque implican intencionadamente acción. Es cierto que es necesario trabajar en un plano reflexivo, analítico, de pensamiento crítico, pero también orientado a promover cambios, a facilitar la transformación; y, esto implica acción.
Para ello, los equipos de Educación Continua deben integrar en su rol otras figuras que existen en el ámbito de la Educación Continua: el nuevo CLO – Chief Learning Officer, la evolución de la figura de Learning Advisor, orientarnos más hacia desarrollo profesional (la función de Learning Development), el Content Curator en e-learning, la gestión del conocimiento en las organizaciones, etc.
En definitiva, tener las competencias para impulsar estrategias y herramientas para aprender (formal learning), para descubrir nuevos recursos y herramientas (informal learning), para aprender de la interacción con otras personas (social learning) y para promover el aprendizaje desde la propia experiencia (experiential learning).
Por este motivo, los Centros de Educación Continua debemos estar más conectados con los negocios de las empresas y organizaciones, así como con las necesidades de las personas y entornos, pero asumir un rol muy consultivo en su detección y una capacidad de diseño propositivo sobre las mismas.
No solo por la necesaria transformación digital derivada de la no presencialidad, sino en especial por ser capaces de ofrecer y proponer soluciones que verdaderamente sean experiencias inmersivas y memorables, que provoquen cambio y transformación en las personas, en las organizaciones, en la sociedad.
CIERRE PRIMERA PARTE: En nuestra segunda parte de la entrevista hablaremos sobre qué aspectos se deben tener en cuenta al desarrollar estrategias que le permitan a la educación continuada ofrecer valor y ser motor de desarrollo.
Por:
Comunicaciones RECLA – Bogotá – Colombia
Entrevista realizada a:
Carlos Julio Escobar
Vicerrector de Extensión y Proyección Social
Fundación Universitaria María Cano
Oscar Dalmau Ibañez
Director de nuevos proyectos
Universidad de Manresa – UVIC – UCC
