Voy a adelantarme en el tema y establecer, de una vez, el fundamento de todo este escrito: la internacionalización de la educación continua es el primer paso que se debe lograr, para poder sentar las bases metodológicas necesarias, que sirvan como guía para que la educación, en general, alcance un estándar internacional. Con esto claro, podemos comenzar.
Para entender el concepto de internacionalización, tenemos que entender que, de manera temprana, se utilizó y utiliza, como una referencia al ejercicio práctico de aquellas empresas que, gracias a su crecimiento, sobrepasan las fronteras de su país y se ven obligadas a buscar otros territorios para poder seguir creciendo. Esta es la perspectiva clásica y resulta suficiente para establecer tres conceptos clave: crecimiento, trascender fronteras y representación en otras naciones.
Ahora, ¿Cómo puede uno internacionalizar la educación? Aunque formular la pregunta resulte simple, la respuesta debe explorar recovecos y entretejidos políticos complejos que dificultan la armonía en este concepto. Todo porque la educación está ligada directamente a la cultura del país natal, es regulada por sus políticas educativas y es juiciosamente controlada para alcanzar estándares de conocimiento básico según las exigencias de la realidad industrial del país. En pocas palabras: hoy en día sería utópico hablar de la internacionalización de la educación, en el sentido básico. Por eso, en pro de satisfacer esta necesidad, se presentan alternativas que logran, justamente, trascender estas fronteras y tener presencia en múltiples naciones, sirviendo como punto de referencia en un camino que se debe recorrer, en alguno momento. Y aquí es donde entra el fundamento con el que introducimos este escrito.
Cuando se tiene la capacidad de construir canales de comunicación continuos, estableciendo criterios para que los conceptos no solo evolucionen el conocimiento, sino que, además, lo retroalimenten, se permite que, a medida en que se tenga presencia en varias naciones, el enfoque académico comience a encontrar caminos óptimos para involucrar a varios protagonistas y espectadores del objetivo. Espectadores que, en la gran mayoría de casos, serán intergeneracionales y multiculturales, y obligarán, con ello, a que la metodología maneje un lenguaje versátil y accesible. Creando con ello un canal de enseñanza y retroalimentación, para que las nuevas generaciones, entiendan algo con la metodología suficiente, como para que sirvan como una base para estandarizar la educación en todos los niveles.
Esta estandarización, clave para el futuro de la educación, requerirá una recopilación constante de métodos y técnicas, trasmitidos a través de una evolución en la capacitación, una tarea que, por supuesto, resalta y fomenta la necesidad del ejercicio primordial que desarrolla RECLA a través de todos sus frentes, en especial, aquellos eventos encargados en ofrecer sistemas de Becas para estudiantes, con el fin de aprender con la experiencia y beneficiar, con resultados, al conglomerado que cree que la internacionalización como camino para lograr una educación universal.
Por:
Comunicaciones RECLA
