En marzo 2020, el Informe Mundial sobre el Empleo Juvenil 2020 declaraba que las cifras de desempleo, inactividad e informalidad en América Latina y el Caribe eran de 110 millones de jóvenes. Panorama poco alentador considerando que las tasas de desempleo de cada país han aumentado y el acceso o reintegro a la educación superior está lejos de recuperarse.
“Cuando hay una crisis los jóvenes están entre los primeros en perder sus empleos, principalmente los que están en la economía informal, y en sectores como turismo, transporte, comercio no electrónico y otros servicios en los cuales el teletrabajo no es una opción” comentó Vinícius Pinheiro, director de OIT para América Latina y el Caribe. Los gobiernos ponen sus esfuerzos en intervenir con diferentes tipos de becas para que los jóvenes puedan estudiar y revertir la crisis, pero estos en su mayoría no pueden invertir 2, 3 o 4 años de su presente para estudiar una carrera de educación superior, pues su prioridad es aportar económicamente a sus hogares de manera inmediata, por lo que entran a trabajos informales, mal remunerados o esporádicos. Estos empleos, tal como ha declarado la OIT, normalmente están inmersos en malas condiciones laborales, sin protección ni derechos, bajo salarios y escasa capacitación.
Hace unos años han surgido con fuerza programas educativos alternativos de educación superior que, gracias a su metodología, su carácter intensivo y su foco en la empleabilidad, permiten que jóvenes (y no tan jóvenes) puedan certificarse en las habilidades digitales más demandadas del mercado en periodos menores a 6 meses.
Los BootCamps, con sus programas de capacitación intensiva, entregan las capacidades necesarias para emplearse en un par de meses, después de haber estudiado bajo una metodología activa y con planes de estudio impulsados por el mercado.
Citando cifras del BID, la industria TI para el año 2022 tendrá una brecha de 1,2 millones de programadores entre oferta y demanda por estos profesionales de educación superior, por lo que estamos ante una oportunidad para insertar a los jóvenes en un nuevo escenario laboral que está en alza. Las transnacionales más grandes y las organizaciones con mayores índices de proyección a nivel mundial están contratando a egresados de programas BootCamp, por lo que miles de jóvenes a lo largo de Latam y el Caribe podrían optar a oportunidades al ingresar a programas de este estilo.
Este sistema educativo puede permitir que estudiantes sin conocimientos previos inmersos en desempleo y subempleo, se transformen en capital humano con posesión de habilidades digitales avanzadas adquiridas en la educación superior, siendo claves en la digitalización y en el proceso de transformación digital de la región.
La crisis y los distintos fenómenos que estamos atravesando demandan implementar políticas específicas para generar más y mejores oportunidades laborales, que vayan de la mano con el desarrollo socioeconómico esperado. Las universidades de Latinoamérica, en su rol de transformadoras, pueden impulsar programas para capacitar y emplear a estos nuevos actores.
¿Quieres saber más acerca de los BootCamps? Ingresa a Convenio BootCamp de Desafío Latam para conocer cómo incorporarlos a tu casa de estudios.
Giovanni Patrone Vásquez
Gestor de Convenios B2B en Desafío Latam
Universidad Adolfo Ibáñez