El Encuentro Regional XI, cuya temática fue el Aprendizaje ágil en educación continua y corporativa, nos dejó a todos propuestas interesantes que reestructuraron la manera como entendemos a nuestras instituciones de educación, en su transformación interna, como requisito indispensable para satisfacer la oferta de programas de educación continua competitivos y alineados a la realidad del mercado. La intervención de Marcela Gómez, invitada del evento, nos acercó al método que utilizó la Pontificia Universidad Javeriana, para poder lograr este propósito.
Luego de un trabajo de reestructuración, que inició con el análisis juicioso de los antecedentes y la posterior comparativa de estos con la realidad del mercado, la universidad implementó una propuesta de validación de equipos de trabajo, en donde fomentó la gestión de cambio para el reconocimiento de nuevas competencias, en pro de tener un nuevo enfoque hacia las necesidades puntuales de la educación continua y alinear éstas hacia el dinamismo, la agilidad, la flexibilidad y la innovación, transformando el paradigma clásico del estudiante, para comenzar a entenderlo como el centro de la proyección de todos los planes estructurales.
La manera más eficiente que se encontró para este propósito, fue el trabajo a través de líneas académicas: ejes conceptuales que sirven como marco de referencia para identificar proyectos, programas y procesos a ofrecer estratégicamente a las personas y empresas en torno a la solución de sus necesidades y objetivos de formación. Las facultades continúan su participación constante en el desarrollo de la dirección de la educación continua, pues son las que dan el soporte académico para desarrollar los programas que se ofrecen. Estas decisiones se toman gracias a un análisis del mercado que permite equilibrar la oferta y la demanda de los cursos. Esta primera gestión, posteriormente, pasa a ser administrada por las áreas de gestión de la educación continua, que, a través de la oferta presencial o virtual desde el laboratorio académico, establece la oferta académica de la educación continua, que se divide por líneas académicas, niveles, público, tipo de acompañamiento y por competencias.
El proyecto, conformado por una coordinación académica, la dirección, la secretaría técnica, el asesor, el soporte administrativo y legal, se construye en pro del fortalecimiento de competencias y habilidades, sobre todo las habilidades blandas, y estos se organizan en rutas de aprendizaje, en donde se guía al estudiante desde las primeras etapas del proceso educativo, pincelando sus preferencias a través de oportunidades académicas, fomentadas desde el espacio hermético que crea toda la plataforma educativa, para perfilarlo en competencias, lograr los resultados de aprendizaje esperados (articulando la necesidad de formación en los pregrados, posgrados o extensión), otorgando reconocimientos que resaltan sus hitos y permitiendo un proceso que finalice con un nuevo perfil, encaminado hacia empleabilidad creativa, la creación de empresas, el liderazgo de equipos, el desarrollo de productos y servicios y la proyección innovadora y responsable.
Por:
Comunicaciones – RECLA
